La NFC, hemos estado hablando de ella durante varios años, pero objetivamente, apenas está comenzando. Muchas tarjetas bancarias están ahora equipadas con un chip de tecnología sin contacto, pero también son posibles otras posibilidades asombrosas.
Pero la NFC se puede utilizar para mil cosas. Antes de la función de pago, para la que se han descubierto agujeros de seguridad, solo es una tecnología de intercambio de información inalámbrica, y desde allí todo es posible. Así es como los aficionados a Bitcoin decidieron utilizar el NFC para asegurar su criptomoneda.
Para comprender el interés del proceso, debe comprender, solo un poco, cómo funciona Bitcoin. El principio de esta moneda es, por un lado, ser separado del sistema bancario internacional, sino también cifrado y anónimo, lo que hace que las transacciones sean teóricamente imposibles de rastrear.
Los bitcoins se adjuntan a direcciones que se pueden almacenar en carteras virtuales. Estos se pueden encontrar en línea, con un riesgo, por leve que sea, de desvío, o fuera de línea, llamado almacenamiento en frio y lógicamente ofreciendo máxima seguridad. Estos monederos también están protegidos por claves de cifrado.
Es con el objetivo de impulsar aún más el almacenamiento en frío que las personas que se muestran en el video han elegido el implante NFC. Así equipados, podrán proteger la información haciendo que sus bitcoins sean accesibles en su propia carne.
Como el enfoque no es un gesto relacionado con la salud, los médicos, lógicamente, no son los mayores defensores del gesto. Por tanto, los voluntarios acudieron a Tom Van Oudenaardern, un artista corporal, haciendo tatuajes y piercings de todo tipo, para poder inyectarse la cápsula.
El objeto, de 2 mm de grosor por 12 mm de longitud, ya se vende en el sitio DangerousThing. empaquetado en una jeringa, con un precio de 99 dólares. Más allá de esta función de billetera virtual, este implante se puede utilizar para identificar a su propietario, en particular para desbloquear una puerta equipada con un sistema compatible, según explicó uno de los implantados.
En general, un chip que nos identifica y está en nuestro cuerpo ofrece un mundo de posibilidades, pero en realidad no más de lo que hace un mismo chip en un smartphone o una tarjeta.
Aquí el interés radica en que no puedes perder tu implante ni que te lo roben (en términos absolutos, todo es posible, pero eso sería bastante grave). Aquí estamos, en cualquier caso, nadando con plena anticipación, de la forma más natural posible. El futuro está en movimiento, pero eso ya lo sabíamos.
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