Europol, la oficina de policía europea, está preocupada por la evolución futura de la ciberdelincuencia, cuyas fronteras con el mundo real se volverán cada vez más borrosas.
Europol acaba de publicar un informe que indica fuertes riesgos de que se desarrollen diferentes formas de ciberdelito. En el origen del miedo a la agencia, está la explosión del Internet de las cosas, y recientemente, el potencial esperado de la Iinternet de todo, incluido el Internet de las cosas, pero también datos, procesos y personas, a través de sus teléfonos inteligentes y su presencia en las redes sociales.
La forma en que tanto los objetos, la información como las personas sean accesibles a distancia, según Europol, allanará el camino para muchas acciones delictivas, como nuevas formas de chantaje y extorsión, robo de datos y potencialmente asesinato.
De hecho, según un informe elaborado a finales de 2013 por una empresa de seguridad estadounidense, Europol informa que podríamos estar en los albores de los primeros asesinatos en internet, que no pasaría el hackeo de dispositivos sanitarios que utilizarían las víctimas, y conectados a redes, como implantes cardíacos con funciones inalámbricas.
Para subrayar lo concreto de la cosa, los ecos señalan que el vicepresidente estadounidense además había hecho implantar tal dispositivo antes de desactivar la función inalámbrica para evitar los riesgos de piratería.
Sin llegar al asesinato, los ciberdelincuentes pueden llevar a cabo acciones basadas en información, ya sea robando datos personales para revenderlos, como información bancaria, o robando datos privados y luego chantajeando a su víctima, por ejemplo entrando en su buzón, recordando el reciente robo en Gmail de 5 millones de contraseñas. También nos vemos obligados a pensar en la piratería de fotos de estrellas en la nube de Apple que ha sacudido la web en las últimas semanas.
Otro sistema inicial es la demanda de rescate. Son posibles dos técnicas; el primero, ya muy extendido, consistente en dejar fuera de servicio un ordenador y cobrar por su desbloqueo, y el segundo, anticipado, consistente en tomar a los pasajeros de un automóvil no tripulado como rehenes al tomar el control de él.
Por todas estas razones, Europol está preocupada por las explosiones tecnológicas que no están listas desde el punto de vista de la seguridad. Para compensar este aumento inminente de una nueva forma de ciberdelito, la agencia europea ha creado una estructura de coordinación internacional, el J-CAT, que abordará las principales amenazas que han surgido en la web en los últimos años y que están surgiendo. también ahora mismo.
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